4. En casa...

         En casa, en nuestra casa, todo huele a ella. A su carácter vivo y amable, a su incansable actividad, a su exquisito orden y a su poderosa presencia...

         Le pedí que me dejara acompañarla y me dijo que no era conveniente; que esperara un poco y luego, cuando llegara el momento, la siguiera; que ella iba delante para coger sitio.Lo discutimos y como siempre se salió con la suya...

         Se ha ido la compañera con la que emprendí este viaje hace cuarenta años y la cómplice de mis sueños. Juntos hemos hecho "casa "y formado una familia. Se ha ido la mujer, la madre y la "yaya Coqui".

         Ha sido un lujo, un placer y un privilegio compartirlo todo contigo, hermosa mía. Gracias por tantos "raticos buenos" de charla, de silencio, de amor y de compañía y gracias, también, por los otros, los malos, porque he visto-no sé si aprendido- tu valor, tu serenidad, tu fe y tu poderío....

         "Lo que más me preocupa es que no sé donde está y que igual me necesita porque siempre hemos estado juntos y ahora, ella por ahí sola y yo aquí..."

          Sé que volveremos a vernos. Un beso amor mío. Te amo.

 

                                                                                                                     Diciembre de 2011

 

 

                ISIDRO-600