Enviado por isidro el
La paz llega al Alfaro después de la barahunda de la hora punta de los desayunos.
Está a la salida de Albacete, por la carretera de las Peñas, a un par de kilómetros de la ciudad y, aunque la apariencia es la de cualquier bar de carretera, no lo es...
Desde que cogí la costumbre de ir a desayunar allí, cada mañana, después de mis diarios paseos en bicicleta, la verdad es que he ido descubriendo pequeños detalles que lo hacen entrañable, tanto por el trato que me dan Eloy, el camarero y "El Guachi" el cocinero, como por el ambiente que hay, sobre las once de la mañana, que es cuando suelo aterrizar por allí...
A esa hora, el "Alfaro" está lleno que trabajadores, parejas de policía municipal y algún que otro jubilado que, sin prisa pero sin pausa, conversan mientras dan buena cuenta de bocadillos, vino con gaseosa y cervezas , faena que suelen rematar con un café con "sustancia" para, acto seguido, acudir de nuevo al tajo...
En cuanto me ve llegar, Eloy vocea a la cocina..." una papilló para mi representante"... Así me llama desde que le hice una fotografía y la subí a mi blog, con un articulillo sobre incidencias y anécdotas en mis recorridos en bicicleta por los alrededores de la ciudad. Se lo enseñé, le gustó y se empeñó en que yo le haría famoso y "rico"... En fin, cosas de Eloy...
Después de la tempestad viene la calma y poco a poco el bar se va vaciando de gente y llenándose de silencio. "Hasta mañana, Eloy" "hasta mañana muchachos, aquí os espero...¡no me faltéis! ...."
El vino, con que acompaño mi sangüich de jamón serrano y queso y el moje nuestro de cada día, es "flojillo" y con gaseosa, pero tiene la virtud de hacerme ver, de nuevo, la vida en blanco y negro. Quizás sea cosa de la edad. A mis sesenta y seis años empiezo a vivir más de presente y de recuerdos que de futuro; no me gusta hacer planes a más allá de quince minutos... y tomando el café vienen, como una bandada de pardillos y colorines, de aquellos que cogíamos mi primo Andrés y yo, con la red, de chiquillos, en los caminos que hay un poco más allá de donde está el bar, pasajes de mi vida, conversaciones, fotografías y situaciones, sitios y personas con las que en algún momento me he cruzado: familiares, músicos, amigos de la infancia, compañeros del Instituto y del trabajo...
A veces son imágenes borrosas, y aunque me esfuerzo por aclararlas no lo consigo...pero otras son tan nítidas que me estremecen; parece que ocurrieron ayer y consiguen que me emocione... ¿Es el vino-"flojillo, con gaseosa y en su justa medida"?, ¿Es la paz que queda en el bar cuando se desvanece el eco de las conversaciones?, ¿El sitio?, ¿Tal vez ha llegado ese momento en que, sin buscarlo, surge la necesidad de hacer balance? o simplemente mi cabeza y mi situación lo propicia... No sé, pero lo cierto es que en el "Alfaro" cuando cesa el trajín y, Eloy, fumando un cigarrillo y en silencio, empieza a preparar las mesas para dar las comidas,... y, le comento algo de lo que ese día me ha traído la bandada, la llave entra en la cerradura, y una puerta, casi siempre al pasado, se abre dentro de mí...; y me pregunto: ¿la llave es "El Alfaro"...?
En fin, que, como no tengo mucho que hacer, salvo respirar y esperar cada noche a que se haga de día, para esperar todo el día a que llegue de nuevo la noche... y cuidar del huerto y echarle de comer a las gallinas y, aunque cada vez menos, escribir esa canción que me atormenta hasta salir y dejar un huequito en el alma para que lo llene otra... y de que aunque llueva, truene o relampaguee, me gusta andar en bicicleta y acabar mi recorrido allí; he decidido, recordando el dicho de mi madre, de que : " gente parada... malos pensamientos", sin tomármelo muy en serio, sin mucha fe, porque me faltan las ganas, ir escribiendo, por entretenerme , las tontunas que cada día me lleguen cuando, después de desayunar, tomando café sienta que la llave entra en la cerradura, gira... y se abre esa puerta...
4 de Diciembre de 2013
unoqueandaporahísiempreconlabicicleta.
El moje que me prepara "El Güachi" y me sirve Eloy, el Sangüich de jamón y queso-que me lo llevo yo de casa- vino, gaseosa y café...(3 euros). Después de dos horas de bicicleta y 30 kms.,por esos caminos de Dios, a reponer fuerzas.
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