- Solo queda de tu voz el eco
- de un suspiro hecho plegaria recorriendo el Universo.
- Y leyendas de una corona de espinas,
- de los clavos, la lanzada y el madero
- y de un roto en el alma de tu Padre,
- profundo como un agujero negro...
- Y silencio…
- Mientras llueve soledad,
- y se cala el alma hasta los huesos,
- solo se escuchan las voces de la injusticia y el miedo
- Y la de aquellos que se hacen
- sin tu querer, testaferros,
- y se reparten el Mundo
- creyendo que este es tu Reino.
- Y silencio…
- No miro para otro lado;
- tan solo amo, callo y espero
- y trato de no pensar que tal vez te da igual,
- que no volverás jamás,
- que estoy loco, o que has muerto.
- Por favor “dame una perdida” para saber que no es cierto…
Octubre 2008