- Ochenta y cinco de altura y doce de peso,
- ojos de lince y pelo rubio anillao.
- Listo y veloz como una ardilla,
- -dice su madre, que por cierto es mi hija,
- que de tal palo …tal astilla.
- Tiene nombre de rey el rey de mi casa,
- David; mi rey David.
- Si el nombre hace al hombre, no es de extrañar,
- que tan mal le fueran las cosas a Goliat.
- ¡Pobre Goliat!
- Del dormitorio al salón, echando virutas,
- doscientas veces al día hace la misma ruta.
- Todo lo toca, todo lo mira,
- todo lo coge, lo rompe y lo tira;
- el muy mamón no se cansa, es pura energía.
- Es un tipo feliz, lo lleva escrito en la cara mi David,
- siempre sonríe David.
- Y trae (no de serie) algo muy especial,
- que si le rascas la espalda
- se queda traspuesto
- y se duerme sin más;
- ¡menos mal!..
- ¡Eh David, párate ya,
- deja de correr, no des mas cordel,
- déjalo ya…!
- ¡Eh David, déjalo ya!
- Mañana si Dios quiere, tempranito, otra vez arriba
- ¡y vuelta a empezar….!
- (A mi nieto David)
- Julio 2012