- Qué fácil es ahora que tú me has enseñado que no existe mañana,
- ni ayer, ni tampoco hoy, creer que somos el resultado del pensamiento perfecto
- de Aquél que nos imaginó.
- Viajeros, de espacio y tiempo infinitos
- jugando como niños a un juego que Él inventó.
- Viajeros, buscando un fiel compañero
- con el que hacer el camino beso a beso, piel con piel.
- Que dulce es ahora, conforme se hace uno viejo, creer en las cosas que
- no oyes, no tocas, ni ves y saber, hermosa mía, que aunque nos han separado
- muy pronto te volveré a ver...
- Viajeros. Amaba tu compañía,
- tus besos apasionados, tu risa y tu alegría.
- Viajeros. Me siento solo y vacío;
- ¡Ay compañera del alma,
- cómo quisiera tenerte aquí hoy conmigo!,
- Viajeros. Nunca se acaba el camino.
- Volveremos a vernos, es nuestro destino.
- No importa lo que otros digan,
- volveremos a vernos
¡Estoy convencido!...
¡Cómo te echo de menos!
Febrero de 2014