- Me espera, cada día limpia, pálida y desnuda;
- enigmática inquietante y misteriosa como la luna...
- y su lado un amante y confidente convencido
- de que solo ha nacido, según él, para acariciar su piel.
- Y los tres, de corazón a corazón, hablaremos de aventuras.
- De pasión, de sentimientos y ternura;
- de historias de amor de las que acaban bien,
- del olor de una piel que no se olvida y de las heridas.
- Yo mismo me digo:¡ Vaya tres patas pa un banco!,
- ¡Qué suerte has tenido, Ay truhan, de haberles encontrado.
- Y es que saben porque sangro,
- porqué rio, por qué canto y porque lloro
- y no dudan de que verles cada día me hace gozo.
- Perdón, si no os he presentado, por la descortesía.
- Ella es, como habréis imaginado,
- la hoja de papel en blanco nuestro de cada día
- y él el lápiz con el que en ella escribe lo que siente...
... el alma mía.
Marzo de 2015