Enviado por isidro el
1.- Marc y “Songwriter”
Creo que es 15 de Agosto. El reloj de la cocina dice que son las seis menos veinte de la mañana. Maribel se ha levantado al baño y me he despertado. Ha vuelto a la cama, he intentado dormir pero el sueño ha huido…he dado unas cuantas vueltas tratando de atraparlo pero ha escapado…creo que ella tampoco duerme, si le pregunto y me contesta ninguno de los dos dormirá, así es que he terminado por levantarme…
La visita de ayer de Marc para recoger unos discos de la última edición, donde están todas las canciones que he escrito hasta hoy, para venderlos o regalarlos. La conversación que Maribel y yo tuvimos cuando se marchó, ha vuelto… ¿Qué pasaría si…?
- Demasiado mayor Isi- te ha dicho ella- y tiene razón.
- Ya, ya lo sé Dró, pero tú di que en “El Pacto” estuviera escrito que tiene que pasar.
- En ese caso ten por seguro que te guste o no pasará. ¿Estarías dispuesto a abrazar el sueño que tanto tiempo has perseguido si ahora es él quien viene a buscarte? Piensa…
- Eso hago, Isi, pensar… Ya sabes que vivimos en una sociedad que se alimenta de disparates y, si alguien viera negocio en ello, estoy convencido que no dudaría en intentarlo…
- Tú verás…
- Imagina, Isi, solo por un momento, y para darle gusto a la imaginación que ocurriera. Un tipo, cree que puede ser negocio presentar, en un escenario, a un viejo escritor de canciones, como yo, de aspecto no muy agraciado, que mamó y creció con la música de los sesenta, y anduvo en los escenarios por aquellos años. Prácticamente, perdona la expresión, un analfabeto musical y literariamente hablando, que cantó medio bien cuando era joven y que ahora tiene la voz cascada seamos sinceros, a veces desafina.
- Si, Dro, para más inri solo sabe contar lo que ha vivido, lo que le ha causado un gran dolor o una intensa alegría, mis famosos “Instantes”.
- Pues eso, Isi, pues eso.
-Ya.
- Pero si lo firmaste antes de venir aquí… De todas formas no creo que fuera bueno para nosotros. Piensa que cambiaría nuestra vida y la de Maribel. Otra vez a ensayar, la carretera, el escenario. ¿No tienes bastante con escribir, cantar y grabar tus canciones en casa y de vez en cuando hacer un disquito y regalarlo para que tu música y tus sentimientos “rulen”?. Sabes que estás fuera de onda y la gente no está por la labor de escuchar a alguien que habla de sentimientos, yo creo que hasta les produce urticaria. Van a lo suyo, es lógico, a olvidar sus problemas no a que tú se los crees y, además, como músico tampoco eres una maravilla, todo lo haces con “palicos y cañicas”, y gracias a los benditos-malditos ordenadores. Demasiado corazón, pocos conocimientos, poca técnica… ¡Que te voy a decir que tu no sepas, Isi, después de 71 años juntos! ¿Qué te voy a decir?
2.- Songwriter “rula”
Los últimos seis meses habían sido agotadores. Desde que Marc se ofreció a darle publicidad al disco y empezó a sonar en algunas emisoras se propuso y consiguió ilusionarme con la idea, que una tarde en casa le comenté, de hacer un concierto. Añoraba el escenario, y aunque dudaba de mi capacidad para aguantar, cantando durante al menos una hora- más o menos15 canciones pensé- estaba dispuesto a correr el riesgo.
Un par de semanas después me llamó por teléfono para decirme que tenía patrocinadores que cubrirían los gastos de una actuación en directo y –pensé-: la sala sería la Casa Vieja y la banda la de mi amigo y cantante Juan Rosa, “El Rana”. Le contesté que tenía que hablarlo con Maribel, quedamos en vernos y comentar los detalles.
3- Juan Rosa y “Flash Back”
Llamé a Juan y le dije que quería hablar con él y su banda, para darles a conocer el proyecto que tenía entre manos.
Quedamos en Dover, una cafetería del centro de Albacete. Fueron puntuales. Asistieron todos y les expliqué el asunto.
En “Flash Back” estaban gran parte de los mejores músicos de mis tiempos que habían seguido en la música hasta hoy y que se reunían para hacer versiones de temas estándar de pop, rock, blues y jazz y lo hacían de maravilla. En varias ocasiones les había escuchado y su directo me había encantado.
Les dije que, en principio, sería para montar un concierto de alrededor de hora y media con temas míos y ver la aceptación que tenía entre la gente.
Casi todos tenían los problemas propios de la edad, algunos la mujer o ellos mismos con achaques, otros hijos a los que ayudar en el cuidado de los nietos pero que lo pensarían.
Unos días después en uno de sus ensayos acordaron apoyar el experimento y si sonaba bien seguir adelante.
Mientras tanto, Maribel y yo hablaríamos, analizaríamos los pros y los contras y tomaríamos una decisión.
- - ¿Cómo lo ves Marieta?
- - No sé. Isidro. ¿Tú te ves con fuerzas para hacerlo?
- - Creo que merece la pena intentarlo. En los ensayos lo veremos. Si la banda suena y yo aguanto…De todas formas creo que es una experiencia interesante y tú tendrías la oportunidad de verme por primera vez en un escenario- reí-
- - Pues si decides hacerlo yo estaré contigo, aunque eso sí en un rinconcito de la sala, no estoy acostumbrada a estas cosas y me dan un poco de miedo.
- - ¿Arriesgamos? – dije yo recordando la comida en “La Fonda”.
- - ¡Arriesgamos!
4.- “La Casa Vieja”
En febrero de 2015 en “El Imposible” y en Noviembre de ese mismo año en “La Casa Vieja”, describí el lugar…
“Hay acordes por el suelo y entre tazas de café y vasos de ron a medio versos en un papel. El contrabajo sueña, apoyado en la pared, con la guitarra de Sánchez que le guiñó un ojo ayer, mientras el piano cantuchea un blues…”
Allí me probaría a mí mismo, porque la banda sonaba de maravilla. Esperaba que entre músicos de mis tiempos y gente de la que iba a los bailes en los que tocábamos en los años 60 se llenaría la sala que era grande y tenía buena acústica. La gente decidiría…
Hablé con “El July”, que entonces la dirigía, y le pareció bien la idea. Pondrían a mi disposición la sala. Quedamos en fijar fecha y perfilar detalles, lo demás sería cosa mía.
5.- Y llegó el día…
El veinticuatro de Marzo, sábado, después de siete meses de maratonianos ensayos teníamos listo el repertorio, veinte canciones y dos más para los bises, si los había…
Llegamos a la sala sobre las cinco de la tarde, con tiempo suficiente para montar y probar sonido. Pepe Cifuentes, que era el dueño y técnico de Perdido Estudios, donde mezclábamos mis canciones, estaba tirando cables y haciendo probaturas. El concierto estaba anunciado para las 8.
La publicidad, que Marc había dirigido y hecho en las redes sociales, había dado su fruto y se habían vendido casi todas las entradas. Las emisoras de radio, la prensa y la televisión local también habían contribuido con entrevistas y comentarios.
Yo le había pedido a Juan Rosa, que hiciéramos duetos en algunas canciones; tenerlo a mi lado en el escenario me daría la seguridad que había perdido en los cuarenta años que llevaba sin pisarlo y aceptó.
Probamos sonido. Me sudaban las manos y estaba nervioso como un flan. Maribel, en la primera fila, me miraba, sonreía y me hacía señas de que cuando empezara el concierto se iría para atrás y yo le contestaba en el mismo lenguaje que se quedara donde estaba. Me tranquilizaba tenerla cerca…
A las siete y media todo estaba a punto. Bajé del escenario con mis compañeros camino del vestuario que estaba en el piso de arriba para asearnos un poco y cambiarnos de ropa. Al pasar por la mesa de sonido Pepe Cifuentes estaba ajustando botones y poniendo música de ambiente…
- Tranquilo, Isidro, todo va a salir bien.
- ¡Dios te oiga Pepe, Dios te oiga!
… Y me acerqué a Maribel, que se había levantado de su asiento y me recibía con una sonrisa…
- Gracias, Marieta por estar aquí, ¡te quiero!
- - Y yo a ti, Isidro, todo va a salir bien nos abrazamos y la besé.
6.- Un, dos y…un dos y…
“El July” subió al vestuario…
- ¡Chicos, solo deciros que la sala está petá...! Me voy para abajo a hacer la presentación, allí os espero, no tardéis que esto empieza…
- ¿y ahora qué?- dije-
- ¡Pues suerte, vista y al toro- dijo Juan, Allá vamos!
Entre risas y bromas bajamos a la sala y entramos al escenario por la parte de atrás. Ruido de amplificadores al enchufar las guitarras, algún acople de micros…El July, bajo el cañón de luz, hablaba. Se volvió, nos vio y dirigiéndose al público subió la voz y…
- ¡Escuchad a Isidro Martínez, Juan Rosa y “Flash Back”!. Esto es… “¡La Casa Vieja”…!
Aplausos, más nervios y… “un, dos… y un, dos y…”
“Hay acordes por el suelo… mientras el piano cantuchea un blues…”
El corazón se me salía de la caja. Aquello sonaba del copón… ¡Gracias, Juan, por estar aquí arriba conmigo! ¡Vamos a pachas!..
Después hicimos “Se lo cuento al viento”,"Si volviera a nacer" y " Un Maravilloso Regalo. Cuando terminaron los aplausos a “Dulce Mary” y la sala quedó en silencio pasé a presentar ña Banda que me acompañaba.
- Ellos - me dirigí al público al tiempo que me volvía hacia mis compañeros de escenario- son " Flash Back" y han hecho que el sueño de presentar mis canciones en un escenario se haya hecho hoy realidad.
- En la guitarra solista… Pepe Garrido “El Pira”
La gente aplaudió y la guitarra del " Pira" respondió con un riff. Los aplausos bajaban de intensidad cuando nombraba a cada miembro de la formación y volvían a subir cuando ellos contestaban con una exhibición de sus habilidades.
- Al bajo “Segis”.
- En la batería: Pascual
- En los teclados: Rafa
- En la guitarra rítmica: Paco Arteaga
…y canta conmigo - le señalé con la mano- Juan Rosa “El Rana”
- Buenas noches amigos-saludó Juan- y el que ha escrito todas estas hermosas canciones, que espero os gusten, mi amigo Isidro Martínez. Con él os dejo, -y dirigiéndose a mi- Ahora, Isidro, tú solo.Saludó y se marchó por el fondo del escenario.
- Gracias Juan- y dirigiéndome al público- después volverá para echarme una mano.
Sonaron aplausos y me puse rojo como la grana. Miré a Maribel que aplaudía y reía, en la primera fila y le mandé un beso y susurré… Gracias Marieta… ¡Te quiero!
…Y una tras otra, un poco más tranquilo, fueron saliendo “Alas”, “La chica de los ojos verdes”, “La Princesa” y el resto del repertorio que habíamos preparado… ¡Ah y dos más en los bises!
Después de “De Isi a Dro” salió de nuevo Juan Rosa al escenario y arreciaron los aplausos. La gente le quería no en vano había sido, era y será, al menos para mí, el mejor cantante de pop-rock que ha habido en Albacete.
Nos despedimos cantando a pachas “La Casa Vieja”, que la gente coreó y aplaudió. Después se encendieron las luces de la sala.
- Joder Isidro- dijo Juan- Esto suena muy bien. Hay que repetirlo- y me guiñó un ojo.
- Si queréis, por mí no hay problema.
Bajamos del escenario. Felicitaciones y abrazos. Sudor y nervios y la barra de la cafetería se llenó. Desde la mesa de sonido Pepe Cifuentes me sonrió y levantó el pulgar en señal de aprobación, gesto que le agradecí y correspondí.
Me fui donde Maribel, que hablaba con la gente…
-¿Qué tal Marieta? ¿Te ha gustado?
- ¡Me ha encantado!
En sus ojos, ahora casi grises, brillaba aquella lucecita que yo conocía bien y que aparecía cuando estaba feliz.
- ¡Me alegro y no olvides que te quiero!
- Y yo a ti.
Poco a poco la sala se fue vaciando. En el escenario empezaba de nuevo el trajín. Había que desmontar y recoger. Nos miramos y subimos a echar una mano. Me encantaba ver a Maribel en el escenario limpiando y recogiendo cables. Seguro que la situación le recordaba a su tío Juanito.
Nos despedimos de mis amigos, los músicos que me habían acompañado y quedamos en volver a vernos para hablar…
- Gracias chicos. Os debo una y a ti Juan mil gracias también por haber compartido escenario.
- Me lo he pasado muy bien, Isidro. Hay que repetir. Nos vemos y hablamos.
Abrazamos al July y quedamos en vernos.
- - Gracias July
- - Gracias a vosotros y ya sabéis cuando queráis repetimos…
- - Hablamos.
Salimos a la calle y como la noche en que la llevé para que conociera la Casa Vieja, pero ahora, cogidos de la mano, Maribel y yo, charlando y comentando la actuación, cogimos el camino de vuelta a casa, a nuestra nube. Antes pasaríamos por La Fonda a tomar cualquier cosa. Al lugar donde dijimos por primera vez “¡Arriesgamos!”.
7.- Al día siguiente…
Al día siguiente Marc, que había estado en el concierto con su mujer, me llamó para decirme si había visto la reseña que había hecho del concierto “La Tribuna de Albacete” en su apartado dedicado a Cultura. Me leyó el titular: “Buen concierto, en la Casa Vieja, del Cantautor de Albacete Isidro Martínez”. Estaba contento y quería que nos viéramos para hablar.
Marc, además de ser un prestigioso fotógrafo y diseñador gráfico y una excelente persona, había diseñado la carpeta de “Songwriter” y la agencia de noticias Visión Express, a la que pertenece, se encargó de organizar y publicitar el concierto y de distribuir ciento cincuenta copias del disco en emisoras, Ayuntamientos y otros puntos que él consideraba estratégicos para darlo a conocer. Ahora, vista la respuesta del público, me comentaba que había recibido bastantes correos electrónicos solicitando información sobre el disco y donde podían comprarlo.
- - Sería bueno encargar 500 o 1000 copias más… Seguro que se venderían…
- - Tú verás, Marc. Lo que hagas estará bien hecho. El caso es que el disco, que es redondo “rule”.
- - Nos vemos y hablamos.
- - Vale, Marc. Un abrazo.
Prudentemente hicimos 500 copias y en un par de semanas, se vendieron todos. Además- me dijo- había recibido, de los representantes de grupos de música y orquestas de la zona, algunas llamadas pidiendo información sobre la posibilidad de nuevos conciertos y el precio por actuación.
Tuve una reunión con Juan y los restantes miembros de Flash Back y hablamos de la posibilidad de seguir con el experimento y de lo que consideraban justo cobrar por su trabajo. Ninguno de ellos había pedido nada por el concierto de la Casa Vieja. Lo habían hecho por amistad.
Yo no estaba al tanto del caché de los músicos de ahora, pero me barruntaba que no era mucho dada la situación de la música hoy día. Me dijeron una cantidad y que, siempre que pudieran, dadas sus obligaciones, estaban dispuestos a acompañarme en las actuaciones.
8.- y… ¿ahora qué?
- ¿Qué hacemos, Maribel? Tenemos que dar una contestación a Juan y su Banda y a los representantes…
- No sé, Isidro, ¿Tú qué crees?
- Yo tampoco lo sé. Esto empieza a complicarse. Una cosa es un concierto para matar el gusanillo y otra contraer compromisos que pueden cambiar nuestra rutina y nuestra vida. Ensayos, viajes (los dos teníamos mucho respeto a la carretera), nervios… No sé, no sé…
- Podemos probar, para dar marcha atrás siempre estamos a tiempo. Siempre que no nos agobien las actuaciones…Si tú quieres… yo iré contigo donde vayas., pero ya sabes, en un rinconcito en la última fila…
- Marieta, tú decides donde vamos y donde no. Hazte cargo de los compromisos, habla con los representantes y les dices el precio por concierto… Si pagan la sonorización, luces y demás y lo que cobren los músicos… Nosotros con que nos quede algo para ayudar a la pensión. Yo hablaré con Juan y su gente y si les parece bien ensayamos un día a la semana y les aviso de las fechas que tenemos bolo y si están disponibles aceptamos el contrato. ¿Te parece bien?
- Vale- y rió y se abrazó a mi- A la vejez viruelas… Ahora me toca ejercer de mujer del “artista”.
8.- Un pasico más…
En el mes siguiente hicimos 1000 copias más de “Songwriter” y se vendieron. Una entrevista en Radio Chinchilla de veinte minutos y un bolo en Villarrobledo que, aunque con menos público, nos venía muy bien para rodar el grupo y para que yo fuera cogiendo soltura en el escenario.
Recibimos de representantes algunas peticiones de posibles actuaciones, habíamos dado precio y condiciones y estábamos a espera de respuesta.
Por mediación de Marc surgió la posibilidad de hacer un concierto en Albacete a beneficio de Afaeps. El ayuntamiento nos cedía el Auditorio Municipal y nosotros tocábamos gratis.
Hablé con Juan y su banda y no pusieron pegas, dado el fin a que se destinaría la recaudación.
El Auditorio impresionaba por el sitio- el centro de Albacete, la capacidad- tres veces mayor que la Casa Vieja-, el escenario enorme, precioso y la acústica una maravilla. La publicidad en las redes Sociales, en prensa y televisión locales la dirigió como siempre Marc, que sabía de eso.
Aceptamos y el resultado fue que entre socios y simpatizantes de Afaeps, los que recordaban el concierto de la Casa Vieja, amigos músicos y familiares, prácticamente se llenó el Auditorio.
Hicimos el mismo repertorio y alguna canción más que habíamos incorporado.
Juan, como siempre, me acompañó en el escenario en algunos temas, el resto los hice yo solo; eso sí, sin perder de vista el discreto atril con las letras de las canciones porque no me fiaba mucho de la memoria -facturas de la edad- pensé.
Sonó muy bien y el resultado fue satisfactorio, tanto para los que estuvimos en el escenario, como para los que nos escucharon; y además se vendieron una buena cantidad de discos.
Las reseñas en la prensa fueron favorables y en la radio empezó a rular con más frecuencia “Songwriter”.
9.- ¿A ver si vuela?
Sebas, un representante llamó a Maribel para decirle que había escuchado en Radio 3 “Dulce Mary” y el comentario que había hecho de ella el presentador:
"Una sencilla canción, de las que se hacían antes, de un cantautor de Albacete. Prestad atención a la letra…"
Le pedimos detalles…
- - ¿A qué hora la pusieron?
- - Sobre las 7 de la tarde
- - Gracias Sebas.
Al día siguiente, nos llamaron de la Emisora. Habían escuchado “Songwriter” y nos pedían una entrevista.
- ¿Qué hacemos Marieta?
- ¿Como que qué hacemos? ¡Pues ir!
- ¿A ver si vuela el “Dulce Mary?
- ¡Claro!- Sonrió- y en sus ojos brilló aquella lucecita que aparecía cuando estaba feliz…
9.-…Y fuimos…
“…Mary reparó el motor del viejo biplano que encontró bajo una lona en un hangar olvidado.
Un Travel-Air 4000 que sus manos cosieron y repintaron en blanco y dorado.
Puso gasolina y se sentó a mi lado, ronronea suavemente el motor y entre nubes volamos…”
Nos trataron muy bien y fue divertido. De la entrevista salió todo. “Songwriter“empezó a escucharse en emisoras nacionales y Maribel a recibir ofertas para actuar en otras ciudades.
10.-… ¡y “El Dulce Mary” voló…!
Maribel y yo habíamos acordado que cuando llegara el momento, si es que llegaba, tomaríamos la decisión y el momento había llegado.
- - ¿Y ahora que hacemos Marieta?
- - No sé, Isidro, me da un poco de miedo. Por una parte me gustaría ver hasta dónde llega todo esto, pero por otra…
- - Lo mismo me pasa a mí. Hasta ahora todo ha ido bien, pero surgen muchos problemas, algunos de ellos importantes.
Por un lado está “Flash Back”. Todos tienen las obligaciones que ya conocemos y no estarán disponibles, lógicamente, para tocar en otras ciudades cuando la situación lo requiera y yo, la verdad, no me veo organizando una nueva Banda con gente desconocida que no sean mis amigos, tiempo que dedicar a los ensayos hasta aprender el repertorio… y por otro la carretera…
- - Eso sabes que me preocupa. No nos veo a nuestra edad fuera de casa al tres por dos por ahí viajando sin tiempo nada más que para llegar, montar, pasar nervios… no tendríamos tanto tiempo como ahora para nosotros…
- Eso mismo pienso yo. Si te parece seguiremos como hasta ahora. Hacemos los bolos que salgan por aquí cerca, siempre que Juan y su Banda puedan… Yo seguiré escribiendo mis canciones y dedicándonos todo el tiempo que la vida nos dé a nosotros y nuestra gente.
- Maribel me miró y sonrió. En sus ojos verdes, ahora casi grises, brillaba esa lucecita, que yo conocía, que me decía que estaba feliz con la decisión.
- - ¿Arriesgamos?-dijo-
… y como aquél día en “La Fonda”, cuando decidimos estar juntos, contesté…
- - ¡Arriesgamos!
© Isidro. Agosto de 2019
- Inicie sesión para comentar