Enviado por isidro el
¿UTOPÍA?
Salimos de casa, pasadas las 7 con la idea de dar un paseo. Es una tarde tranquila y apacible del mes de Mayo. La temperatura invita a ello.
Cogemos Tesifonte Gallego y, charlando, en un periquete llegamos a “La Punta de Parque”.
Entramos por el paseo central, y al pisar tierra me sentí reconfortado. Nos encanta oír el crujido de la tierra bajo los pies. En los pinos las torcaces y las tórtolas zurean, la naturaleza llama, es el tiempo del cortejo y de hacer nido.
El verde de los setos de aligustre y el olor a césped recién cortado me hacen sentir bien, me recuerdan los olores y los colores del tiempo que viví en el campo. En los bancos, bajo las plataneras, sentados en el respaldo y con los pies en el asiento, un grupo de jóvenes charlan y ríen. Niños con los padres corretean, jugando a la pelota o corriendo tras las palomas hasta hacerles levantar el vuelo, para posarse, de nuevo, unos metros más allá. Sus risas y gestos de alegría al verlas volar me hacen sonreír... –Siempre corriendo tras algo que vuela- pensé- como yo.
Del templete de la música que hay al final del paseo, junto a la pista donde los chiquillos con las bicicletas practican y aprenden normas de circulación, llega el sonido de un violín y hacia allí encaminamos nuestros pasos.
Al pié del templete un chico con una guitarra acústica y una chica con un violín hacen una canción de Bob Dylan. Hay un grupo de gente que escucha, tararea y baila. Otros paseantes, vuelven la cabeza y siguen su camino…Llegan aplausos y agradecimientos.
Un micro-pensé-, un pequeño amplificador y poco más, ¡qué bien suena!
En un banco, cerca de donde la pareja de músicos están haciendo una muestra de las canciones de su repertorio, nos sentamos… cierro los ojos y disfruto el momento.
La música cesa. Hay aplausos y el agradecimiento de los dos jóvenes a quienes han escuchado… “Hasta la próxima”- se despiden… Recuerden que los sábados entre las 7 y las 9 de la tarde y los domingos por la mañana entre las 11 y la1 estarán aquí otros compañeros para mostrarle una parte de sus repertorios de música, teatro, pintura, poesía y muchas cosas más… Es una buena ocasión para conocer lo que hacen y promocionar su trabajo y, si son de su agrado, seguirles y disfrutar después de sus exposiciones, representaciones y conciertos.
Gracias por su presencia…
¡Volveremos a vernos, estoy convencido!
-Pues es una buena idea-me dice Maribel- dedicar un sitio en la ciudad, donde los artistas exhiban, para deleite público, una muestra de sus habilidades artísticas.
-La verdad es que sí. Ojalá dure esta iniciativa.
… Y despacito, paseando, comentando la idea y hablando de nuestras cosas, pasito a paso, llegamos a la “Punta del Parque”…
- Te apetece un helado en Miquel.
- Vale.
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